Escrito por Eduardo Rosser

Aprendiendo a Negociar con The Beatles

Desde mediados del siglo pasado la cultura popular ha suministrado abundantes estrellas rutilantes dentro del mundo de la música.

Pero nadie ha brillado tanto como los Beatles.

Cualquier lista con los 10 mejores álbumes de la historia contempla dos o tres de sus obras entre las escogidas.

Cada pocos años se reedita con gran júbilo alguno de sus álbumes o se estrena un nuevo documental sobre ellos.

Los proclamados por muchos expertos rey del rock & roll (Elvis Presley) o rey del pop (Michael Jackson), palidecen en comparación con la relevancia cultural de los FabFour.

Pero, ¿Por qué?

¿Por qué demonios los Beatles son tan grandes?

¿Qué les hizo -y les sigue haciendo- tan especiales?

Con honestidad, muchos de sus posibles rivales por el trono puede que les superen en algún apartado.

Pero nadie, repito, nadie ha logrado ser sobresaliente en todos los criterios de ponderación.

Nadie.

Ahí radica su liderazgo persistente.

¿Criterios de ponderación?

Sí, cuando existen diferentes opiniones sobre la comparativa entre dos cosas (dos discos, dos películas o dos productos, …) más allá de poseer un criterio objetivo para analizar ambas cosas, el desacuerdo de criterio suele deberse al foco.

Cada una de estas cosas puede analizarse desde diferentes variables de análisis e, invariablemente, cada persona tenemos una sensibilidad especial para algunas de esas variables e ignoramos otras.

Si listásemos las variables de ponderación sobre un músico o grupo musical, podríamos reducir el espectro a 10 variables.

(1) Composición,

(2) Interpretación,

(3) Producción,

(4) Innovación,

(5) Contexto,

(6) Imagen,

(7) Éxito,

(8) Influencia,

(9) Perpetuidad y

(10) Relato.

Y solo los Beatles son extraordinarios en las 10 categorías. Ahí radica su divinidad.

  1. Evidentemente John, Paul y George fueron grandes compositores. Así lo atestiguan las miles de versiones que muchos artistas han grabado a posterioridad.

  2. Y sí, eran intérpretes brillantes, tanto en el manejo de sus instrumentos como en las armonías vocales (mención aparte merece el pobre Ringo que en numerosas ocasiones se ha visto ninguneado como batería).

  3. Si los Beatles lideran el podio de músicos del siglo XX, su productor de referencia en la mayoría de sus discos -George Martin- también se sitúa en el olimpo de productores musicales.

  4. Y, justamente de la mano de George Martín, cada uno de sus discos denota un clara necesidad de evolución, innovando con cada álbum para situarse en la vanguardia en cada momento de su carrera. Hay otros grupos que me apasionan más que los Beatles, pero en muchos de ellos no se percibe una nítida evolución en su trayectoria.

  5. Como Tom Wolfe le dijo a la revista Rolling Stones en 1987, “El elemento más importante de la década de 1960 fue la cultura juvenil; más que la guerra de Vietnam o la lucha por los derechos civiles. Cualquiera de los grandes acontecimientos históricos acaecidos en los sesenta quedó eclipsado por lo que hicieron los jóvenes. Y lo hicieron porque tenían dinero. Por primera vez en la historia de la humanidad, la gente joven tenía el dinero, la libertad y el tiempo necesarios para crear una nueva realidad basada en el placer.” Y en el centro de esos dorados años 60 estaban The Beatles. Es evidente que el contexto en el que el grupo jugó sus cartas fue el más apropiado para elevarlos a lo más alto. El grupo más añorado en la década más añorada.

  6. Hoy cuesta creerlo pero los Beatles, muy a su pesar, fueron en sus inicios una boys band. Aunque ellos sí tocaban sus instrumentos y no fueron creados por ningún productor discográfico, durante sus primeros años fueron adorados por miles de adolescentes hechizadas por la imagen post-adolescente de los miembros del grupo.

  7. La historia rebosa cientos de casos de extraordinarios músicos que no obtuvieron éxito alguno o en niveles reducidos en circuitos alternativos. Pero, la divina providencia tuvo a bien que los Beatles conjugaran la calidad de sus trabajos con unas ventas excepcionales.

  8. La notoriedad no siempre va asociada a la influencia. Muchos grupos superventas no llegaron a inspirar a jóvenes bandas. Pero los Beatles han estado y siguen estando presentes en miles de bandas y solistas de todo el mundo. Incluso algunos críticos musicales apuntan el nacimiento de muchos géneros musicales asociados a canciones concretas de la banda. El punk rock, el heavy metal, la psicodelia, el rock progresivo, el power pop, etc.

  9. El año pre-covid 2019 se estrenó la película “Yesterday” que -sin destripar su trama- vuelve a poner de relieve la perpetuidad de las canciones de los Beatles. Muchos grandes grupos del pasado son cautivos de su contexto musical y hoy suenan caducos. Pero los temas de los Beatles suenan tan frescos, explosivos y contemporáneos como cuando salieron a la luz.

  10. Los amantes del storytelling saben que sin conflicto no hay historia. Y el fatal desenlace de John Lennon añade el matiz necesario para redondear 10 años de trayectoria que son una epopeya compleja y vibrante.

¿Ya he terminado con mi pequeño tributo a los Beatles?

Si, claro. Sorry.

¿Pero estaba hablando realmente de los Beatles?

En realidad hablaba de negociación. ¿Negociación?

Sí, porque dominar una negociación es dominar las variables de negociación.

Todas.

No solo precio, volumen y forma de pago.

Los grandes negociadores son los que ponen sobre la mesa otras variables y consiguen cerrar acuerdos conjugando las diferentes sensibilidades sobre las variables.

Variables que pasan inadvertidas para otros.

O con las que creen que no se puede jugar.

Al fin y al cabo una negociación es el arte de jugar con las variables del acuerdo.

 

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